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Supongamos que luego de varios años de cursar tu carrera, te sale la oportunidad de presentarte para el cargo de tus sueños, ese trabajo soñado. Pero antes tenés que pasar una prueba de fuego: la entrevista.

Muchos aspirantes a un trabajo se quedan en el proceso, justamente por no haberse preparado para la entrevista. Irónicamente, se puede estar muy preparado para desempeñar el cargo y aún así no quedar seleccionado para el mismo.

Dificultades en el cuatrimestre, diferencias con tus compañeros de trabajo, incompatibilidades amorosas o familiares, limitaciones económicas…son algunos de los problemas que se nos presentan día a día. Estos obstáculos pueden llegar a absorbernos energéticamente si no sabemos cómo solucionarlos. Aquí te comparto algunos consejos para que aterricés tus conflictos y los solventés. ¡Vamos a resolver nuestros problemas!